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Mostrando entradas de marzo, 2010

Anillo reductor para cerebros reducidos

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Anillo reductor. Remedio originario de sabiduria japonesa, ayuda a reducir el volumen de un área específica de tu cuerpo dependiendo de donde te lo pongas. Ah, bueno, si viene de "la sabiduría japonesa" me callo. Ya saben, el pueblo ese que sigue comiendo pescado crudo y soso con palitos de madera existiendo los tenedores y que se la machaca con espeluznantes perversiones sexuales . 12,49€ cuesta la tontá en el catálogo del Venca . Barato me parece. A cualquiera que se crea esta estupidez hay que sacarle todo lo posible, es la selección natural, los más inteligentes se llevan la pasta de los más crédulos, que deben extinguirse para mejorar la especie. Me gustaría que me aclarasen -aunque ya lo veo bastante claro- si adelgaza las mismas zonas si te lo pones en la mano derecha.

Enrique Dans tiene una bicicleta

Lo dijimos a principios del año pasado: el año 2007 sería el del fin del DRM en la industria musical. Y como si de profecía se tratase, ha sido precisamente en los ultimos días del año cuando se ha anunciado que la última de las cuatro grandes discográficas, Sony BMG, abandona tan infausta y absurda tecnología para intentar luchar contra Apple en la carrera de los nuevos sistemas de distribución de la música, ya no basados en obsoletos pedazos de plástico, sino ni más ni menos que en esas descargas de la red que algunos siguen insistiendo en demonizar. (...) Adiós, DRM. No te echaremos de menos. A ver ahora lo que tarda en desarrollarse en algunos el sentido común. Enrique Dans en su blog, 6 de enero de 2008 los consumidores jamás quisimos DRM. De hecho, nos opusimos a él, porque restringía nuestras posibilidades de utilizar los productos por los que habíamos pagado. Para introducir DRM en los productos, había que incurrir en un gasto adicional: un gasto efectuado para “estropear” el

El día que vencí a Cajamadrid (1)

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Una sucursal de Cajamadrid : una ventanilla, varios clientes haciendo cola y tres mesas atendidas por sendos oficinistas. En una de ellas un cartelito reza "Subdirector". Tras ella, el susodicho, un hombre bajito, gordito, calvo, con bigotito y gafas de pasta en la punta de la nariz. Sentando enfrente, El Teleoperador. El subdirector se sube las gafas. Las gafas se escurren hasta la punta. TELEOPERADOR (TO): ...En realidad, la tarjeta está a nombre de mi padre pero en el cajero la usan los dos. El problema es que mi padre me pidió que cambiase el número secreto y mi madre no se acordaba. SUBDIRECTOR (SUB): No me diga más: tecleó el número viejo tres veces y adiós, tarjeta. TO: Efectivamente, y está la mujer preocupadísima, no entiende muy bien estas máquinas y... SUB: Bueno, pues dígale que por el dinero no se preocupe, que no se ha descontado nada. TO: Ya, lo sé, a lo que venía es a recuperar esa tarjeta. SUB: La tarjeta se anula automáticamente por seguridad, pero podemos s