El Teleoperador Beta

EUFRASIO (EU) y ROMUALDO (RO) están en un pequeño despacho. Están pensativos y nerviosos. Eufrasio pasea de un lado a otro de la habitación rascándose la sien mientras Romualdo cavila sentado al ordenador y tamborileando con los dedos sobre la mesa. De pronto, Eufrasio se para, mira a lo lejos, se vuelve a Romualdo, le apunta con un índice y con voz de haber descubierto un secreto, dice: EU: ¡Perona! Romualdo deja de tamborilear y se queda petrificado. Mira a su compañero, abre mucho los ojos y repite susurrando lentamente: RO: Perona... Sí... EU: ¡Perona! RO: ¡Perona! ¡Es cojonudo! (Abriendo los brazos como un maestro de ceremonias y con tono solemne) ¡¡Perona!! EU: ¡¡Perona!! RO: ¡Ése, ése, me gusta! Es perfecto. EU: Sí, lo veo. Perona inspira robustez, fortaleza, resistencia... RO: Pero también un cierto toque exótico, aventurero... EU: ¡Y juvenil! RO: Juvenil, sí, claro... ¡Divertido! EU: ¡Eso, divertido! Porque es... AMBOS: ¡¡Perona!! EU: ¡Ya, ya está, se acabó! Es Perona. RO (cog

MOHAMED: Said, ya he visto que has puesto el rótulo en la fachada. SAID: Sí, el que nos trajimos de Casablanca. ¿Te gusta? MOHAMED: Veo que pusiste el nombre de la peluquería también en español. SAID: Claro, para aprovecharlo, que aquí en Al-Andalus está todo muy caro. ¿Te gusta? MOHAMED: Y veo que al final pudiste recortarlo para encajarlo en el hueco. SAID: Sí, me costó un poco pero al final lo cuadré. ¿Te gusta? MOHAMED: ¿Y cómo supiste por dónde cortar? SAID: Bah, bueno... Sopesé varias posibilidades y ya ves. ¿Te gusta? MOHAMED: Oye, una curiosidad... ¿El chino de la foto es amigo tuyo? SAID: ¡Joder, pues sí! ¿Cómo lo has sabido? MOHAMED: Bah, intuición. SAID: Caray, qué observador. Pero, dime, ¿te gusta como ha quedado? MOHAMED: No. Esta peluquería está en la C. Bolívar de Madrid , junto a la Pz. Legazpi.

Hoy he comprado una pecera de segunda mano. Hablando por teléfono, el chico que la vendía me ha dado su dirección pero no el piso; cuando le he preguntado cuál era me ha dicho que no hacía falta, que era el portero de la comunidad y que le entontraría en la portería. Y en la portería le encontré: joven, moreno, pelo un poco largo, perilla, pantalón de faena y un manojo de llaves colgando del cinturón. Sé lo que estáis pensando. Al lado, frente a los buzones, había un señor mayor repartiendo la correspondencia. Era su padre. Al parecer, viven juntos y el padre le echa una mano de vez en cuando, le sustituye si tiene que hacer algún recado. Su padre. Sé lo que estáis pensando. Cuando el portero me estaba enseñando la pecera y los accesorios, ha sonado su teléfono móvil... y su melodía personalizada. Sé lo que estáis pensando. Y la respuesta es sí .